TRABAJO FINAL: ANALISIS DE GÉNERO
LA PARTICIPACIÓN DE GÉNERO EN EL SINDICALISMO CAMPESINO
(LA EXPERIENCIA DE LA REGIÓN YUNGUEÑA DEL DEPARTAMENTO DE LA PAZ)
Roberto Cordero Ochoa
El sindicalismo campesino es una
organización democrática creada libremente por las comunidades campesinas para defender
los derechos, mejorar las condiciones de vida familiar, administrar la
comunidad, entre otros. Sus principios básicos son: democrático, libre, único y
unido, solidario e independiente.
La mayoría de las organizaciones
sindicales actualmente llamadas Organizaciones Territoriales de Base OTBs, se
han originado desde la Revolución Agraria Campesina de 1952, son pocos las
organizaciones de base con cimientos que no hayan tenido esta trayectoria sin
el antecedente del dominio de poder
sobre la tierra, y personas por parte de
patrones criollos de la época colonial.
Asimismo, se puede diferenciar
también en sectores colonizados a causa de la migración, la adopción directa
del modelo de organización sindical con algunas diferencias de estructura
introducida como el Mallku dentro los modelos de Ayllus del antiguo
Tahuantinsuyo.
La Estructura Organizacional
Sindical Campesino, se basa en función de un reglamento interno donde está
estipulado la normativa básica referente a los usos y costumbres de la comunidad, códigos de conducta que se manifiestan en
actividades culturales, sociales, económicas partiendo del entorno familiar
hacia la colectividad de la comunidad.
La OTB está conformada por un
directorio principal elegido democráticamente. A su vez, para dividir roles y
competencias, se designan directorios por especialización como ser: Comité de
tierras, de aguas, de electrificación, junta escolar, comité comunal de la
ADEPCOCA como se observa en la Figura,
los cuales deben cumplir sus funciones y actividades en coordinación y
simbiosis de la mesa directiva sindical
y bases en general.
Figura:
Estructura organizacional Sindical Campesino
Base
de la Organización Sindical Matriz
Habitualmente las reuniones se
clasifican en dos escenarios: la ordinaria y extraordinaria, la primera es fija
y obligatoria un día cada mes, y la segunda cada vez que sea necesario para
adoptar decisiones con la venia e interés de la comunidad.
Cada afiliado y afiliada nueva al
momento de su inserción a la organización previamente cumplido los requisitos
exigidos debe conocer sus obligaciones y beneficios de su incorporación, tiene
su plataforma en la función social y económica que debe cumplir sobre las parcelas
de tierra dotadas para cultivar u otra actividad dirigida al campo pecuario.
Los deberes y obligaciones que por reglamento
se debe cumplir son: trabajos comunales como la limpieza del sistema de agua
potable, los cargos sindicales y los aportes económicos para contraparte de
algún proyecto para la comunidad, entre otros.
Sin embargo, por ejemplo en los trabajos comunales, no siempre pueden ser obligatorios en el entendido de que hay cierta tolerancia a grupos vulnerables como el de la tercera edad, situaciones de enfermedad, o mujeres debido a que muchos trabajos de acción comunal pueden significar un trabajo duro y riesgoso. Aunque una minoría de compañeros no está de acuerdo con esta, reclamando equidad en todo sentido.
Como en toda institución, sus
organizaciones no siempre se cumplen a cabalidad el reglamento, es vulnerado en
situaciones de abuso de poder por la autoridad, influencia o alguna situación
de parentesco familiar o de amistad.
La participación de la mujer en
la esfera sindical se da en situaciones de: Ausencia del esposo o concubino,
fallecimiento del esposo, y por afiliación voluntaria de las mujeres que gozan
de propiedades dentro la comunidad o heredadas por tradición agraria.
En el directorio sindical existen
pocas experiencias de que las mujeres hayan ejercido el cargo de secretaria
general; no existen estadísticas que demuestren este dato, siempre son cargos
inferiores como los de secretaria de hacienda, de justicia, esta tendencia
puede atribuirse a la confianza depositada hacia las mujeres para ejercer estos
cargos por ser delicados y decisivos.
Este paradigma, viene desde los
orígenes de la fundación del sindicalismo, si bien la elección de esta
autoridad se basa en los principios democráticos, en su mayoría siempre es
ejercido por un hombre; sin embargo, también se puede atribuir a factores
internos a la familia y escaso liderazgo por parte de las mujeres.
De todas maneras, si bien no
existe equidad de participación en este entorno organizacional, esto será
posible a un cambio estructural paulatino partiendo de un fortalecimiento y
sensibilización del entorno familiar, es decir, la obligatoriedad de asistir y
participar como antes Chacha-Warmi, dedicar también esposa y esposo a la
organización sindical.
No existe una organización de
mujeres campesinas Bartolina Sisa a nivel de OTB, esto es mixto, dentro su
estructura organizacional solamente se visualiza desde el nivel de Central
Agraria, Federaciones, Confederaciones hasta el nivel nacional, esto fue
fortalecido gracias al apoyo del gobierno actual a través de fondos como el
Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas Originarias y Comunidades
Campesinas FDPPIOYCC entre otros.
Las mujeres organizadas a este
nivel tampoco tienen alcance para llegar con sus acciones hasta las organizaciones
de base, por ser muy amplio su campo de acción, y el limitado tiempo limitado
tiempo de la mayoría de las mujeres
campesinas por su triple rol en el entorno familiar.
Así, en muchos proyectos sobre
todo productivos y de capacitación con enfoque de género, sus convocatorias
deben de ser coordinadas con la organización de varones en el nivel de federaciones provinciales,
siendo minoritarios a nivel de centrales agrarias, por ello suele surgir brechas
y conflictos sociales por la poca coordinación y desinformación con las mujeres que no llegaron a
beneficiarse o beneficiarse a medias con el proyecto.
Algunos aspectos relevantes de
participación de las mujeres en otros escenarios, como por ejemplo en el
espacio municipal en la elaboración de las cartas orgánicas municipales en
distintas etapas de avance, se está llevando a cabo con una amplia
participación y equidad de género. Para este propósito, la participación de
comunidades tanto del área rural y urbana es imprescindible porque es el espacio
decisorio para redireccionar el desarrollo de los municipios.